El pasado domingo 28 de Junio se celebró
el 10º aniversario del Ironman de Niza, una de las pruebas más exigentes que
hay en el mundo del triatlón (3.8 km de nado, 180 km de bici con casi 2000 m.
de desnivel y para finalizar los 42 km de que consta un maratón).
Del Club Triatlón Fraga Bajo Cinca
acudimos Fernando Montull y un servidor, Rodrigo Puch. Fernando ya venía con
los deberes hechos, ya que el año pasado debutó en la distancia en Vitoria,
pero yo acudía con más nervios y dudas, ya que resultaba ser mi primera prueba
de estas características.
El viernes por la mañana salimos hacia
Niza acompañados de Nuria, Rosana, Romeo, Candela, Lucía e Ignacio, dispuestos
a pasar 4 días de puro triatlón. Llegamos a Niza ya bastante tarde, por lo que
ya no fuimos a la expo ni a buscar los dorsales. Nos fuimos al apartamento y
decidimos madrugar el sábado.
A primera hora ya estábamos toda la tropa
en la expo, recogimos los respectivos dorsales y la mochila conmemorativa, nos
hacemos unas fotos con el español Víctor Del Corral (ganador de la edición
anterior y a la postre segundo clasificado el domingo) y acto seguido, Fernando y yo nos fuimos a
nadar unos metros para coger sensaciones para el día siguiente. Esto de ser de
secano, hace que tengamos pocas ocasiones de nadar en el
mar, así que siempre que se puede hay que aprovechar.
Volvimos al apartamento para comer, y de
vuelta rápidamente para dejar las bicis y las bolsas en el área de transición.
Conseguimos hacerlo todo bien a la primera, por lo que el trámite fue bastante
rápido, o todo lo rápido que puede ser con casi 3000 participantes. De todas
formas, a la organización no se le puede poner ninguna pega, muchísimos
voluntarios, los avituallamientos completísimos, y lo más importante, tratan
igual de bien desde el primero al último participante.
Un poco de turismo por la ciudad y de vuelta
al hotel para cenar copiosamente e intentar dormir pronto.
El domingo la salida era a las seis y
media de la mañana, por lo que nos levantamos a las cuatro y media. Buen desayuno, y
directos a la salida con Ignacio.
Puntualmente dan la salida a los pros y 5
minutos más tarde al resto de triatletas. ¡Qué locura!, 3000 participantes a la
vez de cabeza al mar. Nosotros salimos juntos, pero Fernando no tarda demasiado
en tirar hacia delante, y…. poco más que contar, codazos, patadas y a
sobrevivir. Fernando sale del agua en un buen tiempo de 1h 15’, y yo en 1h 31’,
un poquitín peor de lo que esperaba, pero con buenas sensaciones.
El circuito de bici resultó ser bastante
duro, los 1900 mts de desnivel estaban en los primeros 120 km y tardé bastante
en tener buenas vibraciones, de todas formas superé por muy poco las seis
horas, y aquí Fernando volvió a hacer un buen parcial, completando el recorrido
en 5h 47’.
Y al final viene lo que realmente hace de
un ironman una prueba diferente y realmente dura, el maratón. Bajo un sol de
justicia, 30º, una humedad altísima y casi nada de sombra, los kilómetros pasan
realmente despacio, pero conseguí el objetivo que me había marcado, hacer una
carrera digna y sin parar en ningún momento. Conseguí completar los 42 km en 3h
55’, para un tiempo total de 11h 50’ (el 789 clasificado de la general final). De
todas formas, aquí fue donde Fernando dio
un auténtico recital, dejó el reloj en 3h 24’, para un total de 10h 38’, y el
215 de la general total. ¡Fabuloso!
Cuando decidí hace ya casi un año
inscribirme en un Ironman, no era del todo consciente de lo que suponía,
madrugones, horas de entreno en la piscina, la cantidad de kilómetros corriendo...
Ahora, una vez finalizado, puedo decir que sí que lo sé, y la satisfacción es todavía
mucha más grande de lo que cabía esperar.
No queda más que agradecer todos los
ánimos recibidos por amigos y familiares, la compañía de Fernando en los
entrenos, la inestimable ayuda de Ignacio y, sobre todo, la comprensión y
motivación de Rosana, Romeo y Candela, sólo ellos saben las horas que les he
tomado prestadas, ¡muchas gracias!